lunes, 6 de octubre de 2008

She used to rule the world...


La separaban a penas unos metros. Estática. No sabía qué hacer. Toda una vida siguiendo un plan ¿y ahora qué? Ahora nada. La mirada perdida. El cielo en los ojos. Ella sólo veía nubes. Era demasiado joven para tomar las riendas de su vida. Las riendas de la vida. Esa vida que siempre había soñado. Lástima. Ella sabía que nada iba a ser como había querido. Porque nunca había querido nada. No sabía por donde empezar a contar. Un peldaño. Dos peldaños. Tres peldaños. Cuatro peldaños. Al suelo. Y vuelta a empezar. Se perdía en sí misma. No podía entenderse. No sabía entender lo que más anhelaba. Romper. Sentir el crujido de la hoja al quebrarse. Todo lo que desde pequeña había soñado se derrumba. Es ilusa. Sueña y se esperanza con algo mejor. La responsabilidad llama a su puerta. Siempre fue sensata. Ella quería comerse el mundo. La separaban a penas unos metros. Y el mundo se la comió a ella.

Foto: Paseo dos namorados - Cervo (Lugo)

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