miércoles, 21 de enero de 2009

Daylight


Hoy sí. Hoy se ha despertado a una hora prudente, antes incluso de haber sonado el despertador. Llegó a tiempo para desayunar con su padre. Pudo debatir un poco de la vida. Una noche dura, no descansó muy bien. Le habló de Obama. Y ella escuchó. Llamó a su madre. Buenos días. Tengo sueño. Se dio una ducha mientras sonaba Welcome home Luc Robitaille, de Mando Diao. Abrió la ventana y respiró el frío. Y olió el salitre del mar. Y vio las olas ir y venir. Romper con furia. Se cegó por la claridad del día. Cerró los ojos. Salió a la calle y se despejó. No hacía tan mal día después de todo. Volvió a casa y se sumergió en El Fuego, de Katherine Neville. Se acordó de sus clases. Volvió a su cuarto y sacó los libros y las historias que había cogido el día anterior en la Academía. Le preocupa uno de sus grupos. Tienen un nivel muy bajo. No sabe por dónde empezar. Tendrá que comentarselo a M.A., piensa. Se siente útil, y querida. Se siente responsable y feliz. No piensa en qué pasará después. Sólo le preocupa el día que comienza. Se fue a por el coche para ir a buscar a su madre. Sintió el ir y venir de las olas. Como un balanceo. Sonaba Working class hero de Lennon. Tenía frío. Y esbozó una sonrisa. Hoy. Hoy, sí.


Foto: Routine & other stuff